Los túneles extensibles de carga son flexibles y pueden plegarse o ser fijos dependiendo de cada caso. Su función es unir los pasos o zonas entre naves que queden a la intemperie, de manera que son ideales para la protección de las inclemencias atmosféricas de las áreas de trabajo, el tráfico y el manejo de mercancías en estas áreas. En consecuencia, el cierre hermético que ofrecen hace que se puedan cumplir las normativas de calidad y seguridad alimentaria que fijan certificaciones como la BRC y la IFS.
Su principal peculiaridad es que no requieren solicitar permisos de construcción porque son fácilmente plegables y desmontables. Además, la falta de soporte sobre el suelo, hace que no creen ningún obstáculo a los vehículos de carga y descarga o en movimiento. Los túneles extensibles tienen un uso muy versátil porque permiten reaprovechar su instalación en diferentes sitios, y son una solución mucho más económica que una construcción rígida.
Están disponibles en una amplia variedad de colores e incluso pueden tener acabados en transparencia para dar más luminosidad al interior.